La población iraní toma parte desde este lunes de los homenajes al fallecido presidente de esa nación persa, Ebrahim Raisí, en medio del anuncio de los pasos para la elección de un nuevo mandatario.

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Miles de iraníes rindieron homenaje este lunes en Teherán y otras ciudades del país a Raisí, quien perdió la vida la víspera en un accidente de helicóptero en una zona montañosa del noroeste de Irán junto con otras ocho personas. 

Se trata de miles de personas, la mayoría vestidas de negro, concentradas en la céntrica plaza de Valiasr de la capital, Teherán, donde se han instalado banderas negras y carteles con retratos de Raisí, en un acto convocado por el Gobierno para homenajear al mandatario.

También, el Comité de los Tres Poderes acuerda celebrar elecciones presidenciales en el país el 28 de junio, tras el acuerdo inicial alcanzado entre el Consejo de Guardianes de Constitución y la Comisión Electoral.

La comisión organizadora de los funerales, anunció los detalles de la ceremonia fúnebre de Raisí. La ceremonia de despedida de Raisí se celebrará mañana, con una marcha desde la plaza Shahada hasta Mosli en la ciudad de Tabriz.

Asimismo, la ceremonia de entierro del cuerpo del presidente y sus acompañantes se celebrará el martes por la tarde en Tabriz con la  presencia popular. El miércoles serán enterrados los cuerpos de los acompañantes de Raisí, fallecidos la víspera.

Con la muerte de Raisí, su vicepresidente primero, Mohammad Mojber, ha asumido sus funciones tras la aprobación del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, como indica la Constitución iraní.

Mohamad Mojber se desempeñará como presidente interino durante un período máximo de 50 días.

Mojber junto con los jefes del poder legislativo y judicial forma parte de un consejo que tiene la misión de organizar y celebrar elecciones en un plazo máximo de 50 días para elegir al nuevo presidente del país.

La de Raisí no es la primera muerte de un presidente iraní en funciones. En 1981, el grupo Muyahidín Jalq (MKO) asesinó al entonces presidente Mohamad-Ali Rajai. En ese momento, se convocaron nuevas elecciones y el ayatolá Jamenei fue elegido, tras una victoria electoral aplastante.

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